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  • Foto del escritor: Seity
    Seity
  • 4 nov 2020
  • 2 Min. de lectura

Tengo presente que hoy es cuatro de noviembre y Halloween es pasado, para el próximo falta prácticamente un año, pero algunas de mis novelas parecen enfatizar en esa fecha. Helen por ejemplo, nació ese día y Seity y Carlos siempre tienen la extraña fijación por casarse en ese día, ¿por qué?, si ustedes pensarán que solo es un día más como cualquier otro.

Posiblemente Halloween no tenga nada realmente de especial y todo simplemente es una manera simbólica, porque ese día de alguna manera representa a Carlos y Seity por sus almas oscuras, su amor a lo paranormal y las criaturas terroríficas. Ambos son góticos y están cautivados de cierta forma por la muerte, Carlos incluso hace un ritual en honor a lucifer en un cementerio a media noche, desnudo, (perdon, en calzoncillos) a mitad de una tormenta.

A lo que voy es que ambos tienen una manera diferente de pensar a la normal, al igual que Helen, les gusta el ocultismo, el color negro, los misterioso, los fantasmas, lo inexplicable y detestan alcoholizarse como lo suele amar la mayoría de la gente. Ninguno de los tres hace sacrificios, si bien, Carlos hace un ritual ofreciendo su sangre y alma a cambio y pues el resultado es que Seity volvió.

En el caso de Helen, su nacimiento solo ocurrió en un simple día, el 31 de octubre no es más que un día, que de alguna forma para ella fue una linda coincidencia.

Respecto a mi, esa fecha me cautiva por lo antes ya mencionado, también


me casé ese día y no, no nací ese día, pero me habría gustado, en fin... En resumen, para la mayoría Halloween solo es un día común, para mi es especial y debía reflejarlo en algunos de mis personajes.

Acabo de descubrir este dibujo con una mano fantasmal deforme.

 
 
 
  • Foto del escritor: Seity
    Seity
  • 22 oct 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 4 nov 2020

Detrás de su mirada es un libro que decidí escribir debido a que mi gatita Tsuki falleció de manera injusta. Muchos gatos míos y conocidos han muerto de la misma forma, otro claro ejemplo es Melvin, pero Tsuki compartió muchos momentos únicos conmigo, llegó a ser mi única amiga real.

Nunca he tenido suerte conociendo personas, siempre dicen que soy muy abrasiva, empalagosa, les harto, otros dicen que no hablo, que no les gusta la gente que no habla, que estoy loca. En fin... mi vida no ha sido normal, yo no tuve una madre y/o padres a mi lado, con hermanos, como la mayoría de las personas, pero si tuve gatos y en especial perros por montón.

Desde que nací siempre hubo muchos perros es mi casa, uno que otro gato, los gatos no se me hacían tan lindos, un día arrojaron un gatito a mi casa, yo tenía como 10 años y mis cinco perros lo mataron, estuve muy triste y comencé a odiar a los perros.

Sin embargo, seguí teniendo muchos perros y un día encontré a un gatito en la calle, siempre fui una niña sola, mi abuelita y esos animales eran mi única compañia. Me venía sola de la escuela, no le interesaba a nadie si me atropellaban o pasaba algo, salvo a mi abuelita y eso a medias, solía ignorarme y me refugiaba en mis mascotas, platicaba con ellas y me respondía en su lugar, haciendo voces graciosas, algo similar a lo que hacen Cristoph con Sven en frozen. Entonces un día, a los 18, una media hermana me preguntó que deseaba de regalo de mi santo y le pedí un gato negro, jamás había tenido uno y me hacía ilusión, quería sentirme malota como en las aventuras de una bruja desastrosa y al final me pasó igual que a Mildred, resultó que ya no había más gatos negros y me tocó uno muy claro, casi blanco, al que llamé Tsuki.

Vivía en mi habitación conmigo, me dediqué plenamente a ella, nunca quise tanto a nadie como a ella, era mi amiga, mi compañía, mi todo y un día, después de doce años, unos desalmados decidieron envenenarla y pensé; vivimos grandes cosas, necesito que el mundo las sepa. No importa si creen que soy una rara por tener una vida diferente, esas mascotas me dieron el cariño y el hombro para llorar que muchos humanos no hicieron. Para aclarar, mi madre se fue e hizo una familia nueva, de allí que tenga medias hermanas, pero ella siempre nos despreció a mi abuelita yal morir esta última, solo se preocupó por pelear su dinero.

Nunca vino a verla cuando estaba enferma, ni al hospital, porque según ella estaba lejos, no tenía tiempo o estaba muy gorda, pretextos baratos al final de cuentas, pero Tsuki y Timo, mis gatas, estaban allí para darnos ánimos.

Por eso necesitaba dedicarle ese libro a Tsuki y mi problema con el síndrome de Noé.



 
 
 
  • Foto del escritor: Seity
    Seity
  • 25 sept 2020
  • 1 Min. de lectura

Todo comenzó cuando tenía como diez años de edad, iba a la primaria y los demás niños me molestaban por tener sobre peso. Yo no tenía una familia tipica, eso ya lo comenté en detrás de su mirada, solo eramos mi abuelita y yo.

Todos mis compañeros platicaban felices sobre sus padres y hermanos y yo tenía perros por montones. En las tardes me quedaba sola con mis perros, mientras mi abuela laboraba, tuve una niñez solitaria y encima llena de mal tratos por parte de mis compañeros y mi madre, que si bien, no vivíamos juntas, no desperdiciaba la oportunidad para ofenderme y pegarme.

A eso sumarle que mi abuela no me hacía mucho caso, siempre que llegaba decía estar cansada y solo veía sus novelas. Tanta era mi tristeza y soledad, que comencé a imaginar un mundo en mi cabeza donde yo era especial, tenía amigos, familia, seres a los que le importaba.

Comencé imaginando una mezcla de sailorr moon, con buffy la caza vampiros y pokemón, series muy de moda en aquella epoca.

Con forme fui creciendo, fue cambiando la idea y los personajes, por lo regular eran compañeros de la escuela. Cuando llegué a la preparatoria fue cuando decidí que esas ideas debía escribirlas, comenzaron siendo pocas, había terminado la historía en menos de un mes, pero al final, las ideas aumentaron, los personajes nuevos no dejaban de surgir hasta convertirse la historia en lo que es hoy.


 
 
 
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